Los Kuna son un pueblo amerindio localizado en Panamá y Colombia, que se encuentra amenazado de manera drástica por el cambio climático. Foto: beapedroviejo.com
Indígenas de la etnia Kuna o Guna de Panamá solicitaron hoy -25 de julio de 2017- apoyo al Gobierno panameño para ser evacuados de las islas que ocupan a tierra firme, debido al aumento del nivel del mar Caribe, atribuido al cambio climático.
El director de la Oficina de los Pueblos Indígenas de la Universidad de Panamá, Horacio Rivera, confirmó que los dirigentes Kunas solicitaron el apoyo oficial ante la amenaza de que sus hogares queden bajo el agua en los próximos años.
El archipiélago de Kuna Yala es un cinturón de islas de arenas blancas, repletas de palmeras que se extienden por aguas marinas en el noreste de Panamá, pero el aumento del nivel del mar obligará a miles de Kunas que habitan el archipiélago a trasladarse a la costa continental, lo que cambiará su modo de vida tradicional.
Según estudios del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, el nivel del Mar Caribe aumenta 2,5 milímetros al año, una tasa que podría poner a algunas de las islas planas bajo el agua en menos de un siglo y acelerar el traslado de familias indígenas dedicadas principalmente a la pesca y al turismo.
El 90% de los más de 35 000 kunas vive en unas 45 de las más de 350 islas que se extienden hasta la frontera con Colombia. Sin embargo, muchos de ellos se niegan a abandonar las islas para ser reubicados en unas 17 hectáreas en tierra firme, debido a su apego a las tradiciones y cultos ancestrales.
Al respecto, el abogado ambientalista, Rodrigo Noriega, señaló que en los últimos años, miles de indígenas se desplazaron debido a eventos relacionados con el clima en islas del archipiélago de Kuna Yala, donde grupos de personas han arrasado la barrera coralina para emplear el coral como elemento de construcción.
Carlos Arenas, de la organización ambientalista Displacement Solutions, dijo que el riesgo de inundaciones en el Caribe alcanza a zonas costeras en las provincias de Bocas del Toro y Colón.
En 2008, varias ínsulas del Caribe panameño enfrentaron una de las peores inundaciones de su historia. Ese hecho permitió a los científicos definir con precisión las zonas de riesgo.