La calle principal de Sigsipamba está llena de construcciones abandonadas, que son un portal de la historia de las campañas políticas del país. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Las campañas electorales han dejado su huella en la mayoría de pequeños poblados y comunidades en el interior del país. En San Francisco de Sigsipamba, una parroquia del cantón Pimampiro, en Imbabura, los afiches, eslóganes y banderines permanecen en paredes y balcones del pueblo.
Al mirar las fachadas de las antiguas casas, parece que el tiempo se detuvo y a la memoria vienen viejas figuras de anteriores campañas electorales. Como muchas otras, esta parroquia ha sufrido la migración de sus habitantes del campo a la ciudad. A pesar de ello, en Sigsipamba perduran las labores agrícolas y turísticas que dan vida al poblado y que contrastan con la sensación de abandono que causan las fachadas de las antiguas
casas de barro.
Estas fotografías son de octubre de este año, casi seis meses después de la última campaña política.Las imágenes pretenden recoger el olvido, el abandono y el descuido de algunos rincones en los cuales, empero, las ofertas políticas se dan modos de sobrevivir.
Fachadas con ofertas políticas
En una sola construcción, conviven restos de campañas electorales de diferentes figuras de la historia política del Ecuador. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Los colores de las paredes pintadas contrastan con el barro y madera de las casas. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Afiches de antiguas campañas electorales aparecen junto a las puertas de madera. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Los animales de campo se pasean por las construcciones abandonadas. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Los afiches han resistido el paso del tiempo, al igual que las casas de barro. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO