El mundo celebra hoy, 21 de junio de 2017, el Día Internacional del Yoga, una práctica cuyo fin es unificar el cuerpo con la mente y que está rodeada de mitos. Foto: AFP.
En el 2014, Naciones Unidas proclamó el 21 de junio como el Día Internacional del Yoga. Esta práctica física, mental y espiritual se originó en la India, pero su popularidad continúa expandiéndose en el mundo, a pesar de los mitos que la rodean.
El yoga, en su significado más literal, significa unidad y busca unir el cuerpo con la mente. Esto se hace por medio de las posturas (asanas), la respiración (pranayamas) y la meditación.
Aunque la tendencia de practicar yoga va en aumento, también han crecido los mitos en torno a la práctica. Mariela Calderón, profesora de kundalini yoga, afirma que uno de los más comunes es que es una religión y que hay personas que se rehúsan a realizar la actividad por esta creencia.
No es necesario dejar de practicar religiones como el cristianismo, el catolicismo o el islam para practicar yoga. “Es todo lo contrario, es una práctica espiritual” que no tiene “nada que ver con ninguna religión, asegura Calderón.
Con ella coincide Lali Luna, también profesora de yoga quien asegura que esta disciplina “no le pone peros a nadie, no importa de qué religión eres. El objetivo del yoga es unir el cuerpo y la mente y eso es algo personal que no involucra tus creencias”, afirma.
Uno de los mitos más comunes en torno al yoga es que la práctica es una religión. Foto: AFP.
Para este 2017, el tema de la celebración internacional de esta actividad está enfocado en la salud. De acuerdo a Naciones Unidas, la práctica de yoga puede contribuir “de manera holística a lograr un equilibro entre la mente y el cuerpo”. Es por ello que tampoco existen restricciones sobre las personas que pueden practicarlo.
Las condiciones médicas preexistentes no son un impedimento para realizar la actividad. Calderón cuenta que en su estudio hay posturas alternas para quienes las necesiten. Así, si un estudiante tiene problemas lumbares o de otro tipo se le da una alternativa para poder realizar el ejercicio.
Niños, adultos, adultos mayores, mujeres embarazadas pueden realizar el ejercicio, independientemente de si son flexibles o no. Tanto Luna como Calderón aseguran que la flexibilidad no es necesaria para la práctica del yoga. Esta, de hecho, se consigue con la práctica diaria.
“Hay mucha gente que nace con mayor habilidad que otras y por eso logran posturas que parecen imposibles. Al igual que con la fuerza, si haces algo de yoga todos los días todo se va a ir dando. El yoga es para todos”, afirma Luna.
Para Calderón, el yoga no se trata de flexibilidad, sino de lo que se aprende de camino a ella. “No todas las posturas son doblarse como un bretzel. Hay posturas en las que estás con las manos abiertas hacia el cielo, estirando y mejorando tu postura linfática”.
La flexibilidad no es necesaria para practicar yoga. Hay posturas que pueden parecer sencillas, pero esto dependerá de la realidad emocional de las personas. Foto: EFE.
Si bien esta posición puede ser sencilla para algunas personas, puede no serlo para otras. “Cada postura demanda energía física y mental”, explica Calderón, “cada persona viene de una realidad emocional distinta”, explica, y esto puede influir en el momento de realizar las asanas.
Pero dominar las posturas no es suficiente. “El yoga sin meditación, sin la respiración correcta, puede ser considerado solo como estiramientos”, considera Luna. Ella explica que las posturas ayudan a despejar el cuerpo, pero después debe hacerse un trabajo con la mente. “El yoga no es solo de posturas, es una composición de mente y cuerpo y se tienen que trabajar a la par”.
Es por ello que en el estudio de Calderón, las clases -cuya duración es de una hora con quince minutos- se cierran con la meditación cuyo fin es apoyar el trabajo corporal realizado. Así, el yoga y la meditación se complementan, mientras el uno trabaja el cuerpo, el otro se enfoca más en trabajar la mente.
Luna considera que “el yoga es algo necesario para todo el mundo”, pues “el cuerpo y la mente necesitan estar en armonía”. Esta práctica permite, de acuerdo a Naciones Unidas, que el enfoque que esto le da a la salud y al bienestar puede contribuir a la “búsqueda de la humanidad con el fin de lograr el desarrollo sostenible” logrando así estilos de vida que estén en armonía con la naturaleza.