¿El gobierno promueve el no?

El gobierno parece haberse convertido en el principal promotor del no en la consulta popular.
A mitad de la campaña, el presidente Lenín Moreno, lejos de proyectar señales claras de un liderazgo que apuntale el respaldo de la población a la consulta, ha estado ausente, delegando en exceso ese protagonismo a sus colaboradores cercanos.

Si bien es cierto que el Mandatario sufrió un accidente que lo mantuvo varios días alejado de sus funciones, ha sido notoria su lejanía en un momento clave para difundir el contenido y los alcances de la consulta.

Sin duda, también atentan contra ese proyecto los desaciertos que el Gobierno ha tenido las últimas semanas. El que más daño ha causado es la divulgación por la prensa de que Julian Assange, asilado en la embajada en Londres, había recibido la nacionalidad ecuatoriana y las autoridades pidieron que Inglaterra le concediera el estatus de diplomático.

Lo más grave de este caso es el silencio y las contradicciones que se han evidenciado entre las autoridades diplomáticas. Especialmente porque desde la llegada de Moreno al poder, en varias ocasiones, Assange ha sido llamado la atención por sus deslices como huésped en la Embajada. Intervino en las elecciones de Estados Unidos y no ha cesado en hacer declaraciones que perjudican al país en su relación con otros estados.

Otro error fue la utilización de USD 300 millones del fondo para la reconstrucción del terremoto de Manabí para darle liquidez a la caja fiscal. Lo cual fue corroborado oficialmente y hoy es investigado por la oposición.

También ha recibido duras críticas el desempeño que tuvo el oficialismo en torno al enjuiciamiento político, que no prosperó en la Asamblea, pese todas las evidencias en contra del exvicepresidente Jorge Glas.

Más allá de la campaña publicitaria sobre las bondades del sí, las fallidas decisiones políticas son los principales escollos que enfrenta el Gobierno a tres semanas de la elección.

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