El subempleo y el desempleo son quizá los retos más grandes, y las políticas sociales y económicas del Gobierno y el país debieran orientarse a reducirlos.
Según las estadísticas oficiales, el subempleo representa números que deben preocupar a todos.
Los datos del Instituto Ecuatoriano de Estadísticas y Censos muestran que entre junio de 2016 y junio de 2017, el porcentaje de subempleo creció de 16.3% al 20.5%. La valoración de categorías, la nueva nomenclatura y las cifras entregadas merecen una discusión aparte. Solo el tema del empleo adecuado o inadecuado se presta para debates e interpretaciones subjetivas o diferencias sutiles.
En cuanto al desempleo, las cifras oficiales dicen que este bajó de 5.3% registrado en junio del año 2016 al 4.5% en el mismo mes de este 2017.
Pero lo de fondo, más allá de los números, es que el país debe concertar políticas económicas que permitan crear confianza y competir, con el apoyo estatal pero con el músculo económico privado, su aparato productivo y su acceso al crédito.
Es necesario contar con tasas de interés que representen oportunidades de negocios y generar las condiciones que apunten a indicadores de mejor calidad en el empleo, así como estabilidad.
Solo con el esfuerzo mancomunado del sector privado y el buen respaldo estatal podemos caminar hacia un Ecuador mejor, priorizando este avance social que es la base del auténtico buen vivir.