Fraude con el Bono

La maldad y la inteligencia usadas para delinquir no tienen límites. Esta vez se interceptó una banda que se apropió de bonos de ancianos por USD 8 millones.

La operación, detectada por la Policía en cinco provincias estuvo activa durante cuatro años. Ellos ‘investigaban’ a través de los ordenadores de cibercafés los números de cédula y datos de la identidad de adultos mayores. Con esos datos se acercaban a corresponsales designados para el cobro que no eran entidades bancarias y carecían de seguridades para detectar el fraude.

Así, poco a poco, mes a mes, de USD 50 en USD 50, durante más de cuatro años, se apropiaron indebidamente de USD 8 millones de dólares.

Uno de los ancianos perjudicados hacía las reclamaciones ante el Ministerio de Inclusión Económica y Social pero le informaban que el dinero ya había sido cobrado, hasta que se iniciaron las indagaciones policiales y se empezó a desanudar la trama delictiva.

Una vez que se detectó el modus operandi se desactivó la red que suplantaba la identidad de los ancianos y cobraba su dinero de forma fraudulenta. Están detenidas siete personas y se realizaron allanamientos en Santo Domingo y Puerto Quito.

Pero las investigaciones iniciales deben dar pie a indagaciones más profundas en todas las provincias y en todo el proceso. Es inadmisible este tipo de vulnerabilidad. Se debe crear un sistema seguro que cuide los dineros de la gente más pobre. Son sagrados.

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