El drama de la falta de agua potable afecta a miles de pobladores de la ‘Provincia Verde’. Toda una ironía, hay abundancia del elemento en varios caudalosos ríos.
El sistema de potabilización y conexión no está habilitado completamente en barrios de la capital, Esmeraldas, y en otros cantones como Atacames y Rioverde. Esta grave carencia sucede desde hace un mes.
56 escuelas de la provincia tienen sus servicios higiénicos sin agua. Los profesores, por precautelar la salud de jóvenes y niños, los hacen volver pronto a sus casas, acortando la jornada.
La situación es dramática. En el mismo río en que la gente se baña, algunos pobladores lavan platos y recogen agua para las tareas domésticas. Para el consumo se recurre a los tanqueros, a las canecas, a costos altos para la economía popular. Quién sabe qué tipo de agua y en qué condiciones se expende.
El drama se cierne una vez más sobre esta provincia, antes golpeada por los terremotos del año pasado y en muchas temporadas por las fuertes lluvias.
La Fiscalía adelanta investigaciones sobre un posible sabotaje al sistema de agua potable, lo que -de comprobarse- sería criminal. Se atenta contra la salud de la gente. Los médicos atienden casos de diarreas y problemas gastrointestinales por la baja calidad del agua.
El reportaje de este Diario ayer es triste, los testimonios personales reflejan el drama humano en un país en que la abundancia de propaganda hacía parecer estos casos como cosa del pasado.