Dando forma al contenido del discurso presidencial y a la mano tendida, el Presidente toma la iniciativa.
Ayer en Guayaquil y ante una diversa concurrencia, Lenín Moreno abrió el que tituló como Diálogo Nacional.
La propuesta presidencial quiere conformar siete mesas político-estratégicas en estos temas: La plurinacionalidad, el acuerdo empresarial, el acuerdo por la unidad, el acuerdo por la información, el acuerdo por el agro, y la lucha contra la corrupción.
La promesa es convocar a sectores diversos en el entendido que se trata de un tiempo de reconciliación, luego de tantos años de confrontación.
El Presidente remarcó que no se trata de un signo de debilidad. Está claro que es una manifestación del nuevo estilo que quiere imprimir Lenin Moreno a su gestión y que se plasmó en su discurso.
Otro gesto de apertura se cifra en los encuentros con los alcaldes de Quito y Guayaquil, que están en orillas políticas distintas pero que tienen en su responsabilidad a los centros poblados más numerosos del país. Luego vendrán otras citas con varios alcaldes.
De las reuniones de los primeros días hay una buena disposición de ánimo en el país y más allá del escenario político y el tratamiento a fondo que merecen los temas de corrupción, se espera que todo pase de la palabra -que ya es buen avance- a la acción. Solo un país que dialoga, que discrepa civilizadamente, puede construir un camino de futuro de trabajo, de prosperidad. Buen paso.