La conexión aérea de Manta mejoró con el aumento de frecuencias nacionales e internacionales. Las recientes aperturas de los vuelos hacia Panamá y Galápagos dinamizan el movimiento el aeropuerto Eloy Alfaro.
Es importante porque se diversifican los espacios para el transporte aéreo, turismo, entre otras actividades económicas. Solo por la ruta Manta-Panamá-Manta se tiene previsto transportar a más de 18 000 pasajeros durante el primer año de operaciones.
Ese solo es un ejemplo de la recuperación y crecimiento que ha experimentado el sector, tras los efectos generados por la pandemia del covid-19.
En 2022 -según la Dirección General de Aviación Civil– se movilizaron más de cinco millones de pasajeros dentro de Ecuador, con lo que se alcanzó el número de pasajeros domésticos transportados antes de la pandemia.
En vuelos internacionales viajaron más 3,8 millones de personas. Este comportamiento se suma a la apertura de operaciones en nuevas rutas hacia Argentina, República Dominicana, Colombia, México, Panamá, Estados Unidos y Costa Rica.
Para julio de 2023 se tiene previsto una nueva frecuencia entre Ecuador y Austin (Estados Unidos) y desde mediados de octubre habrá tres frecuencias semanales a Barquisimeto, Venezuela.
En el Día Mundial de la Aviación, que se cumplió a finales de junio de 2023 en Guayaquil, el Gobierno aseguró que se recuperó el 91% de frecuencias en conectividad internacional y el 87% en doméstica.
Sin embargo, ese dinamismo no se repite en todas las regiones del Ecuador. Cuenca, por citar un ejemplo, sigue relegada por las limitaciones que tiene su pista de 1 900 metros de longitud. No existe un proyecto actual para un nuevo aeropuerto o para que el actual brinde las condiciones para su internacionalización como ya ocurre con Manta.