Lenín Moreno quiere imprimir un nuevo impulso a la consulta popular que convocó.
Dos factores clave marcan las acciones en esa dirección en esta semana. El primero es el exhorto que el Presidente de la República hizo de modo enfático en su informe semanal, para que los magistrados agiliten su pronunciamiento favorable y emitan los informes lo antes posible.
El segundo aspecto tiene que ver con la activación de movimientos, demostraciones callejeras y conformación de organizaciones sociales y populares que simpatizan con esta tesis presidencial y se expresan en la escena pública.
A esas organizaciones se sumó de forma clara el movimiento Democracia Sí, del activista dirigente y exministro Gustavo Larrea, quien apareció en el balcón de Carondelet con su viejo amigo Lenín Moreno. Todo un signo.
La consulta es un mecanismo del que echó mano de forma reiterada el anterior gobierno y muchas veces, con razón de ser o sin ella, para mover votos y voluntades y captar respaldos. Esta vez, el Presidente exhibe sus motivos para acudir a la voluntad popular.
No habría causa aparente para que los magistrados omitan por razones de forma el principio de dejar que el pueblo se exprese, incluso en el caso de que la mayoría desechara en las urnas las propuestas del Presidente.
Esto, mientras se exacerba la pugna interna de Alianza País y que Lenín Moreno intentará conjurar hoy con la junta de la directiva nacional.