Como señalaban las últimas encuestas, habrá segunda vuelta presidencial entre la derecha y la centro izquierda en Chile. El escrutinio da a Sebastián Piñera 36,6% de votos y a Alejandro Guillier, 22.7.
Si bien el oficialista socialdemócrata superó las expectativas en 5% más del sondeo, la sorpresa viene del Frente Amplio, de izquierda, donde Beatriz Sánchez alcanza el 20.3% y se podría convertir en influyente gran electora en segunda vuelta, el 17 de diciembre.
Pero esa no fue la única sorpresa o el único dato en que los ciudadanos con su voto rebasan a los estudios de opinión y tendencias electorales, ya que José Antonio Katz, ubicado más hacia la derecha que el propio Piñera, apareció con 7.9. Y el centroizquierdista Marcos Enríquez Ominami, con 5.75. Ellos serían base importante de los votos para una y otra tendencia. Una sorpresa fue la caída de la Democracia Cristiana, cuya candidata Carolina Goic tuvo baja votación; no resultó una buena idea ir por fuera de la Concertación y sus votos serán codiciados por ambas fuerzas que disputan el balotaje.
Luego de la expresión ciudadana, los analistas están más convencidos que nunca de que las nuevas corrientes no tienen nada que ver con antiguas tendencias y, desde luego, no creen para nada en el endoso de votos. Además, la votación, que fue voluntaria, no convocó sino al 46.78% del electorado y se discute si en segunda vuelta habrá más concurrencia. Nada está escrito, la campaña promete una final intensa.