El 4 de febrero, el Ecuador acudirá a las urnas ante la convocatoria presidencial para una consulta popular y un referendo.
Faltan apenas 20 días para el acto comicial y la opinión pública poco a poco va compenetrándose en los temas.
El Gobierno y varios actores políticos reivindican el derecho de la gente a expresar de modo directo y sin intermediarios sus pareceres sobre temas que varios actores políticos y sociales consideran cruciales y piden apoyar.
Hay otros grupos menos numerosos inscritos ante el Consejo Nacional Electoral que se oponen a las preguntas y abogan por el no.
Es inevitable que en un momento como este la política menuda abunde y algunos sectores intenten convertir el acto en una suerte de plebiscito sobre el desempeño del Gobierno.
Está claro que una campaña estridente, con discursos y plataformas al uso populista y clientelar es más fácil que el afrontar la responsabilidad con la discusión profunda de tesis y argumentos.
Pero el país demanda un debate serio y propositivo. La gente tiene derecho a conocer diversos puntos de vista y poder tomarse su tiempo para reflexionar sobre ellos, ya que buena parte del futuro inmediato depende de sus respuestas en las urnas el 4 de febrero.
Diario EL COMERCIO empezó, conforme a su tradición, un trabajo reflexivo en sus ediciones, acompañado de foros en su página web. El propósito: un ejercicio cívico de altura que estimule una decisión libre e informada.