1 millón de llamadas  en promedio son atendidas cada mes por el sistema integrado de seguridad del ECU-911. El 67% son por temas de seguridad ciudadana.

1 millón de llamadas  en promedio son atendidas cada mes por el sistema integrado de seguridad del ECU-911. El 67% son por temas de seguridad ciudadana.

La tecnología de punta apoya las emergencias

Un millón de llamadas en promedio son atendidas cada mes por el sistema integrado de seguridad del ECU-911. El 67% son por temas de seguridad ciudadana. Foto: Víctor Muñoz / Guaifai

Cada vez que una llamada de emergencia se realiza desde algún punto del país, se activa una de las más grandes infraestructuras tecnológicas existentes en el Ecuador.

Aunque la primera idea que viene a la mente al pensar es un sistema de llamadas y una central telefónica, la atención del ECU-911 está basada en un sistema informático interconectado en el que viven diferentes subsistemas, lo explica Antonio Ruales, subdirector Nacional de Tecnología e Innovación del ECU-911.

Uno es el de videovigilancia: más de 4 000 cámaras están ubicadas en todo el país, interconectadas y enviando imágenes en tiempo real a los centros de operaciones.

Entre los otros sistemas interconectados están los de llamadas telefónicas, los de almacenamiento de audio y video, los de redes sociales y aplicativos móviles, entre otros.
Todos estos subsistemas están respaldados por 16 Data Centers. Si por alguna eventualidad alguno no llega a suplir la demanda de atención, los otros apoyan en el trabajo operativo.

Es lo que ocurrió, por ejemplo, durante el terremoto del 16 de abril de 2016. Muchas llamadas realizadas desde las zonas afectadas se atendieron en Quito y Guayaquil.
Todo este sistema funciona mediante protocolos informáticos y de procedimientos establecidos de antemano.

El ECU-911 recibe emergencias por videovigilancia, botones de auxilio, llamadas, incluso por una ‘app’ para teléfonos inteligentes.

Una vez que se recibe el pedido de auxilio, un evaluador la recibe y se encarga de llenar una ficha en la que establece qué tipo de emergencia es. Esta ficha es reasignada por el sistema, a través de algoritmos que definen hacia dónde debe ir: unidades de Policía, Centros de Salud o estaciones de Bomberos. Tras esta operación, los evaluadores envían la ficha, que es encriptada en su origen y desencriptada en el lugar de recepción, en tiempo real, para establecer una comunicación segura pero que no entorpezca las labores de auxilio.

El ECU-911 también hace uso de mapas digitales para la georreferenciación de las emergencias. Cada pedido de auxilio que se recibe puede ser rastreado a su lugar de origen, y en función de eso, se puede establecer, por ejemplo, cuál es el hospital o la estación de Policía que se encuentra más cerca, según indica Andrés Sandoval, director general del servicio integrado del ECU-911.

Este sistema tecnológico recibió este año el primer lugar en la premiación de la Asociación Latinoaméricana de Seguridad en la categoría de Sector Público, superando a países como Argentina, Brasil, Chile, Colombia o Costa Rica.