El nuevo XC60 continúa la visión futurista de Volvo

. La alta calidad de los materiales y el diseño exclusivo se destacan en el habitáculo.

. La alta calidad de los materiales y el diseño exclusivo se destacan en el habitáculo.

La inspiración en el XC90 resulta indiscutible en su apariencia.

Tras la presentación del Volvo XC60 de segunda generación en el Salón del Automóvil de Ginebra, en marzo pasado, las primeras unidades del flamante modelo empezaron a salir de la planta sueca de Torslanda a finales de abril.

Equipado con una serie de innovaciones estéticas, mecánicas y tecnológicas, el flamante SUV mediano del fabricante escandinavo tiene la nada fácil tarea de superar el éxito de su antecesor, que logró la impresionante cifra de un millón de unidades vendidas en todo el mundo en nueve años.

Pese a tener como rivales directos a los Audi Q5, BMW X3 y Mercedes-Benz GLC, el XC60 anterior se convirtió en uno de los ejemplares con mayor aceptación en la categoría premium. De hecho, de los 534 332 vehículos que Volvo comercializó a escala global en el 2016, el XC60 representó la tercera parte de esa cifra, e incluso un 41% en mercados como el español.

Para garantizar que el nuevo XC60 siga gozando de la aceptación popular, el fabricante sueco apostó por una fórmula ganadora: un diseño diferenciador, el uso de una plataforma modular (SPA) que permite optimizar el tamaño, el peso y la rigidez estructural, alta calidad de fabricación, utilización de materiales nobles y, como es característica de la marca, una seguridad a toda prueba.

La alta calidad de los materiales y el diseño exclusivo se destacan en el habitáculo.

El diseño exterior es una evolución del modelo anterior y, aunque conserva la apariencia general, incorpora elementos más modernos. El frontal, que se destaca por la gran mascarilla pentagonal y los faros con luces diurnas en forma de martillo de Thor (que aluden a la mitología nórdica), resulta similar al XC90, mientras que la parte trasera parece inspirada en el utilitario V90, especialmente en el diseño de los grupos ópticos.

En el interior, el estilo sofisticado, lujoso y tecnológico es casi igual que el de su hermano mayor y evidencia la intención de Volvo de poner las cualidades del XC90 a disposición de quienes las prefieren en un envase más pequeño.

Allí resalta la existencia de una enorme pantalla táctil de 12,3 pulgadas, desde la cual se gestiona una gran cantidad de funciones del vehículo que van más allá del infoentretenimiento.

Como en el caso del XC90, para el XC90 Volvo ofrece dos opciones mecánicas de gasolina, dos de diésel y una híbrida, de cuatro cilindros en todos los casos. Los de gasolina desarrollarán 254 y 320 caballos, mientras que los de diésel entregarán 190 y 235 HP.

La variante tope de gama contará con un propulsor híbrido enchufable capaz de desarrollar 407 caballos de potencia y de acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 5,3 segundos, pese a los 1 800 kilos de peso del vehículo.

También, en todos los casos la transmisión será automática de ocho velocidades, al menos en el inicio de la comercialización.
En cuanto a las ayudas electrónicas, el XC60 equipará una evolución del sistema de alerta por cambio involuntario de carril, del detector de puntos ciegos y del freno automático, además de un sistema que actúa sobre la dirección en caso de riesgo inminente.
Fuente: elmundo.es/motor

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