Imagen referencial del ciclista ecuatoriano Richard Carapaz. EL COMERCIO
El ciclista carchense Richard Carapaz firmó por dos temporadas con el equipo Movistar con sede en España y donde la gran figura es el colombiano Nairo Quintana. Si se ensaya un símil con el fútbol, pues se diría que firmó por el Barcelona español y que jugará junto a Lionel Messi.
“En el ciclismo, es el mejor equipo del mundo”, dijo Carapaz, de
23 años. Nació en la comunidad Playa Alta, de la parroquia rural el Carmelo, que pertenece a Tulcán. Después de arreglar su contrato y de correr entre agosto y septiembre carreras en España, Francia e Italia, regresó al país.
Está feliz. Aún sigue emocionado y recuerda como si fuese ayer, el día que firmó su vinculación. A mi esposa Tania fue la primera persona que llamé. Le dije “mi amor, nuestro sueño se cumplió”. Y, cómo no estar feliz si es el primer ecuatoriano en el World Tour, es decir que correrá las grandes vueltas ciclísticas del mundo.
El 23 de octubre retornará a España para conocer en qué carreras participará en el 2017. Según el contrato, debe competir durante 183 días en Europa, Asia y América. “Yo sueño con estar en el Giro de Italia“. Es una de las tres grandes junto con el Tour de Francia y la Vuelta a España. “No sé qué carrera se me asigne, pero sé que estoy cerca de una de ellas”.
En el equipo compartirá roles con el colombiano Nairo Quintana, el ganador en el 2014 del Giro de Italia. “Aún no lo conozco, con quien sí he corrido es con su hermano Dayer, que también es parte de Movistar“.
Al hacer una mirada hacia atrás, aparece un adolescente
Richard que jamás subió a una bicicleta sino hasta los 16 años. “No practicaba ningún deporte, pero un día fue a mi colegio
Juan Carlos Rosero para realizar una invitación a quienes gusten del ciclismo a entrenarse con él”.
Juan Carlos es uno de los grandes del ciclismo nacional, que ganó cuatro vueltas al Ecuador. “Me fui con él y el ciclismo me encantó. Hoy lo recuerdo con mucho cariño porque si he llegado hasta aquí es porque él fue mi formador”.
Y, en esos momentos de duda recuerda las palabras que siempre le decía: “debes confiar en ti porque en tu cuerpo tienes un diamante, dependerá de ti si lo quieres explotar o lo quieres guardar. Si lo quieres explotar yo te voy a ayudar para que sepas cómo lo debes hacer”.
Pero hoy Juan Carlos no puede celebrar con él este gran paso. Falleció hace tres años, desde entonces pasó a entrenarse con otro histórico, Pablo Caicedo. “Él ha sido mi guía en el equipo que me ayudó a promocionarme, Panavial. Siempre me envía sus bendiciones, porque más que un entrenador, es un amigo”.
Y como un consejero, que siempre está atento a sus competencias, está Pedro Rodríguez, que ganó cinco vueltas al Ecuador. En mayo pasado, cuando Richard Carapaz ganó la Vuelta a Navarra (España) “Pedro me llamó por teléfono y me decía que yo podía lograrlo. Sus consejos me ayudaron a ganar”.
Y es precisamente ese primer lugar que logró con el equipo Lizarte, el que le hizo acercarse al Movistar Team WorldTour. En agosto y septiembre corrió, a prueba en Movistar, donde confirmó sus grandes dotes de escalador. “Es una cualidad muy natural en mí. He ganado vueltas y otras carreras por las etapas de ascenso”.
Richard Carapaz, sin embargo, dice que Movistar se fijó en él en el 2015 cuando ganó la Vuelta a la Juventud en Colombia. “Allí hablé personalmente con Eusebio Unzué, mánager general del equipo español”.
A la par, Luis Cely, su anterior director en el equipo Strongman–Campagnolo–Wilier colombiano, ya anunciaba a periodistas que “tenían un gran escalador muy completo”. En varias de sus respuestas nombra a Dios, como ese ser que lo llevó de la mano hasta cumplir con este sueño. “Sé que existe, doy fe de ello”. Y, entonces relata el atropellamiento que sufrió en el 2014, cuando salía a entrenarse en el sector de Julio Andrade, en Carchi. “Una señorita se pasó el ‘Pare’ y me rompió el nervio ciático de la pierna derecha”.
Casi toda la temporada fue de recuperación, “llegué a pensar en el retiro, tenía miedo de subir de nuevo a la bicicleta”. Fueron sus padres, Ana y Antonio, sus hermanas Marcela y Cristina, y por supuesto su esposa Tania, quienes lo cuidaron y le ayudaron a superar ese mal momento. Y son ellos también, quienes al retornar a casa, le tienen listo un cuy bien asado con papas y ají. “El plato que me gusta, como todo buen carchense”, afirma Carapaz.