Crisis de valores

La gigantesca urdimbre de corrupción que tejió Odebrecht, repartiendo cerca de mil millones de dólares en 12 países de Latinoamérica y otros en el mundo, para pagar sobornos a centenares de funcionarios corruptos, poco a poco se está desenredando, al revelarse nombres de los “enredados” en Brasil, Argentina, Venezuela, Perú, Colombia, República Dominicana, Nicaragua, Guatemala, etc. Entre ex presidentes, presidentes y demás responsables del manejo de la cosa pública.

Mientras tanto en el Ecuador han sido capturados unos cuantos aparentes “tontos útiles” y testaferros, ¿y los peces gordos y meros gallones? Bien gracias, porque en este país no pasa nada y éstos se burlan de una justicia inexistente. Las gestiones, mejor dicho “la pantalla” de la Asamblea Nacional, el CAL, la Comisión Fiscalizadora (encubridora), con su mayoría de AP y la propia Fiscalía General del Estado, en cuanto sigan protegiendo y blindando, descaradamente, a los corruptos y guardando un silencio cómplice, serán inútiles y una auténtica burla para el resto de ecuatorianos.

¿En dónde quedaron tanto bla bla de practicar cirugía mayor a la corrupción y otras habladurías? Esta politiquería, también es una forma de corrupción y el país seguirá hundido en un mar de lodo y podredumbre. Si esto no se corrige y va a continuar tanto autoritarismo, no se podrá hablar de tolerancia democrática. Es una farsa cuando se llenan la boca pregonando paladinamente la cantaleta de la “Revolución Ciudadana”.

La protesta unánime de ecuatorianos a través de las redes sociales, se entiende y justifica totalmente. 

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