La crisis energética que vive el país este 2024 tiene varias aristas. Entre ellas están las pérdidas millonarias que registra el sistema de distribución eléctrico del país. Solo en 2023, las pérdidas no técnicas, es decir, robos de electricidad o ineficiencias de las distribuidoras, superan los 260 millones de dólares.
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Según el reporte de la Agencia de Regulación y Control de Energía y Recursos Naturales entre enero y diciembre de 2023, las empresas de distribución no cobraron 2 661 gigavatios hora (GW-h).
Si ese volumen se multiplica por el precio del kilovatio hora (kW-h), que tuvo un promedio de USD 0,10 en 2023, el perjuicio para el país es de 261,1 millones de dólares. Estas pérdidas representan el 8,6% de la energía distribuida por las empresas eléctricas del país.
¿Cómo se clasifican las pérdidas eléctricas?
Las pérdidas de energía se clasifican en técnicas y no técnicas. Las primeras corresponden a la energía que se pierde en las redes de transmisión, transformadores, o en las subestaciones.
En cambio, las pérdidas no técnicas resultan del robo de energía a las empresas eléctricas, incorrecta facturación, gestión deficiente, falta de medidores, entre otros. Los 261 millones de dólares perdidos corresponde solo a las no técnicas.
El Ecuador tiene 20 distribuidoras de energía, de ellas 11 pertenecen a la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL), las nueve restantes son empresas públicas.
Cinco empresas distribuidoras de CNEL registran las mayores niveles de pérdidas. Estas son: Esmeraldas, Manabí, Los Ríos, Santa Elena y El Oro con valores que oscilaron entre 13% y 28% de pérdidas.
Mientras que, las empresas eléctricas con mejores cifras son las que distribuyen electricidad en la región Sierra. Entre las más eficientes están: Azogues, Ambato, Quito, Cotopaxi, Riobamba y Bolívar.
Según el reporte, denominado Estadística Anual y Multianual 2023, que tiene registro desde el 2014, las pérdidas no técnicas de energía se han incrementado en la última década, solo el último año se registró un aumento del 34% en pérdidas.
Desde el pasado 16 de abril 2024, el Ecuador retomó los cortes de luz programados para solventar el déficit de 1 000 megavatios que tiene el país, según el ministro de Energía encargado, Roberto Luque. Una de las principales causas de la crisis energética es la sequía registrada en la zona del Austro ecuatoriano, que alberga el embalse de Mazar, la presa de agua más grande del país, que abastece a tres hidroeléctricas de la zona: Mazar, Paute – Molino y Sopladora. A esto hay que sumarle la falta de inversión en el sector eléctrico, corrupción, ineficiencia en la gestión y los robos de energía.