Kuczynski añadió que “no hay ninguna conexión entre un indulto humanitario y la política peruana. Foto: AFP
El presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, afirmó el jueves 22 de junio del 2017 que “es el momento” de evaluar un posible indulto humanitario para el exmandatario Alberto Fujimori, condenado a 25 años de cárcel por delitos de lesa humanidad.
En declaraciones a Canal N, Kuczynski dijo que “es el momento de ver el tema”, el cual se analizará “con tranquilidad”.
El Mandatario señaló que él se ha cuidado mucho de decir qué cosas se puede atribuir y qué cosas no, en una entrevista ofrecida al semanario inglés The Economist en la que adelantó hoy esa opción.
De inmediato el legislador Kenji Fujimori, hijo menor del exmandatario, escribió en Twitter que le estará “eternamente agradecido” al jefe de Estado, en el caso de que otorgue el indulto a su padre.
“Gracias, señor presidente. Es hora de voltear la página”, añadió el parlamentario de Fuerza Popular, partido liderado por su hermana y excandidata presidencial Keiko Fujimori.
Kuczynski añadió que “no hay ninguna conexión entre un indulto humanitario y la política peruana. La política es una cosa, la salud de una persona es otra cosa”.
Las palabras del Jefe de Estado aluden al ambiente que atraviesa el Ejecutivo con el Congreso que, dominado por el fujimorismo, ha promovido este miércoles la renuncia de Alfredo Thorne al ministerio de Economía, al quitarle la confianza, y ha sometido a interpelación al titular del Interior, Carlos Basombrío, con la posibilidad de ser censurado.
Kuczynski insistió en que siempre ha estado evaluando un posible indulto y que ahora “estamos adelantando” esa probabilidad.
El expresidente Fujimori, de 78 años, es el único recluso de una prisión construida expresamente para albergarlo, en la base de la Dirección de Operaciones Especiales (Diroes) de la Policía Nacional del Perú (PNP), y cuenta con asistencia médica permanente.
Sin embargo, periódicamente es trasladado a clínicas de Lima para ser tratado de diversos males crónicos como una hernia, hipertensión, gastritis y unas lesiones en la lengua, conocidas como leucoplasia, de las que fue operado hasta en seis ocasiones.
Esos achaques fueron motivo para que los hijos de Fujimori, quien gobernó Perú de 1990 a 2000, esgrimieran un delicado estado de salud de su padre y solicitaran en 2013 un indulto humanitario que fue rechazado por el entonces presidente Ollanta Humala.
Una segunda solicitud de indulto humanitario fue presentada por el propio Fujimori el año pasado, a pocos días de finalizar el mandato presidencial de Humala, pero el exmandatario desistió cuando Kuczynski asumió la Presidencia y anunció que no pensaba otorgar esa gracia al padre de su rival en las últimas elecciones.
La semana pasada, el abogado Juan Sánchez presentó un hábeas corpus ante el Poder Judicial para que Kuczynski le pueda otorgar un indulto humanitario a Fujimori sin la condición de que padezca una enfermedad terminal.
Otro hábeas corpus fue presentado en mayo por Keiko Fujimori para anular la sentencia que condenó a su padre por violaciones de los Derechos Humanos, pero fue rechazada en primera instancia.
Según la legislación peruana, Fujimori no puede acceder a un indulto común al estar condenado por crímenes de lesa humanidad, por lo que solo optar al indulto humanitario, otorgable si el preso tiene una enfermedad terminal o alguna que sea degenerativa e incurable con las condiciones penitenciarias.
Fujimori fue condenado en 2009 a 25 años de prisión como autor mediato (con dominio del hecho) del asesinato de 25 personas en las matanzas de Barrios Altos (1991) y La Cantuta (1992) perpetradas por el grupo militar encubierto Colina, y por los secuestros del empresario Samuel Dyer y del periodista Gustavo Gorriti en 1992.