Los recorridos turísticos van desde La Tola hacia el Centro Histórico. Los visitantes conocen más de cerca la ciudad. Foto: Alfredo Lagla/EL COMERCIO
Amalie Gudum y Thilde Ellemose, dos turistas de Dinamarca, visitaron Quito la semana pasada. Ellas son oriundas del puerto de Aalborg e hicieron un recorrido por el Mercado Central, compartieron con los vecinos de La Tola y se hospedaron en un hostal de las calles Pedro Fermín Cevallos y Olmedo, frente al coliseo Julio César Hidalgo.
Al igual que las dos jóvenes de 21 y 22 años, muchos turistas extranjeros optan por hostales ubicados en los barrios San Blas y La Tola, ya que desde 2008 se han creado 63 negocios turísticos allí, de ellos ocho hostales desde 2016.
Esta suerte de ‘boom’ turístico en el sector tuvo su génesis con los hostales Secret Garden y Colonial House, que se enfocaron en ofrecer hospedaje a extranjeros en un segmento de bajo costo. En promedio, los visitantes pueden encontrar habitaciones compartidas desde USD 12 por noche.
Marco Fiallo, un emprendedor nacido en EE.UU., de padres ecuatorianos, decidió en el 2012 remodelar la casa de sus progenitores y convertirla en el Community Hostel.
Marco vio el gran potencial del sector y apostó por un hostal que ofreciera una experiencia comunitaria para mochileros en una zona considerada conflictiva. Lo hizo por su cercanía al Mercado Central. “Yo estudié Gastronomía y quería mostrar a los visitantes nuestra cultura. Mi propósito era aprovechar el potencial del Mercado Central”.
El Community Hostel tiene una tasa de ocupación anual del 90% y recibe cada mes un promedio de 800 turistas de todas partes del mundo. Este aumento del flujo turístico dio la pauta para que se abran nuevos negocios en el sector. El Café San Blas, La Oficina, la Cervecería Bandido Brewing o el bar Sereno Moreno son algunos ejemplos de emprendimientos orientados a los mochileros y extranjeros.
Luis Eduardo Jarrín, del Hostal Kinde House, indicó que la cercanía con el Centro Histórico es una de las razones del aumento de turistas que se hospedan en esa zona. “A los viajeros les gusta mucho la vista desde aquí, estamos cerca del corazón colonial de Quito”.
Hace dos años se formó la Asociación de Hoteles y Hostales del Centro Histórico. Lenin Campaña, su presidente, cuenta que hay 40 socios. De ellos, al menos 35 tienen negocios de hospedaje en La Tola Colonial y San Blas. Para ellos hay capacitaciones sobre de la normativa turística.
Carmen Huras, directora de Desarrollo de Quito Turismo, explica que en San Blas y La Tola hay una gran afluencia de turistas mochileros, que en promedio gastan entre USD 10 y 20 al día. Este segmento -dijo- busca hospedajes más asequibles y trata de tener un contacto más cercano con la gente. La funcionaria confirmó que han tenido acercamientos con la Asociación de Hoteles y Hostales, ya que ellos buscan que el sector se consolide como una nueva Zona Especial Turística (ZET), al igual que La Mariscal y el Centro Histórico.
Según Campaña, en el tema de seguridad la mayoría de hostales trabaja con la Unidad de Policía Comunitaria del sector y han organizado mingas con los habitantes del barrio para mejorar la limpieza.
Rubén Lara, especialista en Promoción y Operaciones de Quito Turismo, indicó que para nombrar a La Tola y San Blas como una nueva ZET se necesita modificar la Ordenanza 0236, lo cula es poco probable. Pero adelantó que la opción que se maneja es que estos dos sectores se acojan a la ordenanza de fortalecimiento de barrios, como lo han hecho Guápulo y La Floresta.
Es por eso que ya han empezado a coordinar con los entes municipales correspondientes para que se puedan solventar los temas de limpieza e iluminación en algunas vías de la zona.
Ambos funcionarios coinciden en que la ventaja del sector es que los propietarios de establecimientos se han unido positivamente y han generado nuevos circuitos muy interesantes para los turistas.
Ese es el caso del Free Walking Tour, un recorrido por el Centro Histórico y La Tola con los turistas hospedados en la zona.
Ovidio Luque, mentalizador del tour, dijo que la idea es que los extranjeros conozcan el Quito real, su gastronomía, su gente y su cultura. “Antes era imposible ver a tantos extranjeros en la zona. Sabemos que estamos aportando al turismo en Quito”, finalizó.