El 45,77% de los candidatos nacionales no tiene título

Votación en segundo debate del proyecto del Código Orgánico de la Economía Social de los Conocimientos, Creatividad e Innovación (Ingenios). Foto: Flickr Asamblea Nacional

Votación en segundo debate del proyecto del Código Orgánico de la Economía Social de los Conocimientos, Creatividad e Innovación (Ingenios). Foto: Flickr Asamblea Nacional

La Constitución del Ecuador establece, en su artículo 119, que para ser asambleísta se requiere: tener nacionalidad ecuatoriana, 18 años de edad al momento de la inscripción de la candidatura y estar en goce de los derechos políticos. Foto Referencial: Flickr Asamblea Nacional

De los 225 candidatos nacionales al Legislativo para las elecciones del 2017, 103 no tienen título universitario. Estos datos fueron recabados del registro público de la Secretaría de Educación Superior (Senescyt), con corte al 15 de diciembre del 2016.

En total, 15 organizaciones políticas presentaron candidatos para estas dignidades, 15 cada una. Según el Código de la Democracia, solo pueden hacerlo las que tienen jurisdicción nacional, que en total son 16. Pero Creo y SUMA participan como alianza.

La Constitución del Ecuador establece, en su artículo 119, que para ser asambleísta se requiere: tener nacionalidad ecuatoriana, 18 años de edad al momento de la inscripción de la candidatura y estar en goce de los derechos políticos.

Unión Ecuatoriana y el Partido Social Cristiano (PSC), con 10 postulantes cada uno, son las agrupaciones que presentaron más políticos sin formación superior. Mientras que Alianza País (AP) tiene 14 candidatos titulados y solo uno sin registro en la Senescyt.

Para Sebastián Mantilla Baca, docente especialista en política, lo ideal para que alguien llegue a la Asamblea es que tenga una formación al menos básica relacionada con las principales obligaciones del puesto: legislar y fiscalizar.

41 postulantes nacionales a la Asamblea tienen título de Jurisprudencia. Luego existen 12 personas con licenciatura en Ciencias de la Educación, ocho con Ingeniería Comercial. También aparecen títulos de licenciaturas en Ciencias Políticas, Medicina, entre otras.

Diego Salgado, actual legislador por Creo y candidato a la reelección en la lista nacional, considera que antes de la formación académica es importante analizar en los postulantes el “sentido patriótico”.

Él tiene una licenciatura en Ciencias Políticas obtenida en la Universidad Internacional del Ecuador. Argumenta que los estudios especializados de los asambleístas pueden resultar una base, pero que en el Parlamento deberá trabajar en el diseño de normas de todos los ámbitos que atañan al país y por eso es más importante la autopreparación y la honestidad.

Añade que además los legisladores cuando empiezan su período arman un equipo de asesores para que los apoyen en las áreas de menor dominio.

Cada asambleísta puede tener un asesor de nivel 1 y otro de nivel 2. Adicionalmente, cada una de las comisiones especializadas de la Asamblea cuenta con dos asesores.

Según la Senescyt, de los 225 postulantes únicamente 39 tienen títulos de cuarto nivel registrados. En esta parte resalta que cuatro candidatos tienen en su registro personal títulos de cuarto nivel pero no de tercero. Se trata de José Garzón (Unión Ecuatoriana), Tanya Pazmiño y Víctor Balcázar (Sociedad Patriótica) y José Serrano (Alianza País).

La Senescyt explicó que estos no son casos aislados sino que tienen que ver con el proceso de registro en la transición del Conesup al actual ente regulador de la educación superior. Para solucionar este problema, los políticos deben cumplir con un trámite administrativo.

Wilma Andrade, cabeza de la lista de la Izquierda Democrática, es una de las postulantes sin título universitario, aunque estudió Auditoría. Señala que antes que eso es más importante la experiencia, por que esta marca cualquier labor.

En su caso -explica- tiene un recorrido legislativo como concejala del Municipio de Quito. Fue elegida en 1996 y reelegida en dos ocasiones, en los años 2000 y 2004.

Mantilla Baca señala que la Asamblea es la representación de la ciudadanía y no se puede pedir que todos los legisladores sean abogados, por lo que la diversidad es válida.

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